Los reyes me trajeron un kit de Brewferm para elaborar mi propia cerveza. Algo que tenía muchas ganas de tener. Después de unos días leyendo las instrucciones y haciendo acopio de algún accesorio, me he decidido a hacerlo hoy, con los nervios de un niño el primer día de escuela.
Es un kit para principiante, donde hay una lata con el preparado de malta y lúpulo, saltándonos el proceso más complicado, pero, como bien dije en mi presentación, soy un rookie, un novato, y para empezar es idóneo. Quíen sabe si algún día me atreveré con todo el proceso.
Este preparado es para cerveza blanca o de trigo, para 15 litros, un tipo de cerveza que a mi, personalmente, me gusta mucho, a ver que sale...
El modus operandi, aunque sencillo, requiere una preparación. Primero hay que limpiar bien todo lo que vamos a utilizar con un producto que te suministran, calentar al baño maría el preparado y diluir el azúcar en una olla con 2 litros de agua. Echamos el preparado junto con un litro de agua y lo removemos, vertiendo después el agua azucarada y mezclando bien. Una vez hecho esto, añadimos el agua restante, en este caso hasta 11 litros. Previamente hemos diluido un sobrecito de levadura en medio vaso de agua caliente, dejando que actúe y añadiéndolo a la mezcla una vez se atempera.
Teniendo todos los ingredientes ya en el cubo, solo queda remover enérgicamente para juntar todos los componentes y que la levadura se airee. Por último tapamos y esperamos, esperamos y esperamos. Eso es o más difícil, tener que esperar a que se haga, escuchando como burbujea en la habitación.
Me siento como un niño después de abrir los regalos en reyes, ilusionado, feliz y con ganas de enseñarselo a todo el mundo.
Más adelante os contaré como va, ya que en 10 días toca embotellar. Mientras tanto, pues eso, a esperar.
