miércoles, 19 de marzo de 2014

CERVEZAS TRAPENSES

Hoy os voy a contar la cata-maridaje de cervezas trapenses que tuvimos el otro día en el Bodegón de Burlada.
Según nos contaron, las cervezas trapenses, para tener el sello de que lo son, tienen que cumplir una serie de requisitos:
  • Se tienen que hacer en el monasterio o alrededores
  • Deben estar hechas o supervisadas por los monjes
  • Las ganancias por las ventas de las mismas deben ser destinadas a la comunidad del propio monasterio o a obras sociales.
Son muy estrictos en estos puntos, llegando a quitar el sello de trapense al que no lo cumple. 

Pero, vamos a lo que nos interesa más, que son las cervezas.

La primera, CHIMAY DORÉE era totalmente desconocida para mi, a pesar de la fama de las cervezas Chimay, y es que hasta el año pasado sólo se vendía en el monasterio y sus aledaños, es la cerveza que hacen los monjes pra su propio consumo.
Con tan sólo 4,8º, extraño para una Chimay, con un color dorado muy turbio y muy afrutada y suave, te puedes beber las que quieras, lástima que no sea muy fácill de encontrar aún. Venía maridada con unos langostinos a la plancha con aguacate que le iban muy bien.

A continuacion, la ACHEL BRUIN, una cerveza que dejó de fabricarse por el asedio de los alemanes, y que a finales de los 90 retomaron la fabricación, bendita decisión, nunca mejor dicho.
Aquí ya nos encontramos con una Tarapense al uso, con más graduacion, 8º, color tostado y algo turbio y con un pequeño gasificado de más al final que le da un sutil toque picante en el paladar gracias la las finas burbujas. Un sabor realmente bueno para mi gusto, y excelentemente maridada con unas carrilleras con manzana y Pedro Ximenez,

exquisitas por otra parte.










Seguimos, con MONT DES CATS, la única Trapense sin logo, ya que la elabora Chimay con la antigua receta desde el 2011, habían dejado de hacerla, y Chimay la embotella fuera del monastrio, y ya hemos comentado lo estrictos que son con estas cosas. 
Es una cerveza tostada, turbia, con 7,6º y menos cuerpo que la anterior y afrutada, a estas alturas ya me había emocionado y se me paso hacerle foto, así que tiro de google para enseñaros una.

En este caso estuvo perfectamente maridada por un excelente crepe releno de hongos






Continuamos con la cuarta cerveza, KASHKAL, de SESMA BREWING, que, si bien no es un Trapense, está inspirada en las belgas de abadía. Nos explicaron que las cervezas de abadía vienen de recetas trapenses pero están hechas fuera de los monasterios, casos famosos: Leffe y Grimbergen. A lo que vamos, una cerveza local, que ya había probado anteriormente, aunque de grifo aquella vez, me supo diferente, ago más suave, siempre teniendo en cuenta que tiene nada más y nada menos que 10º de alcohol. Personalmente, otra diferencia con las anteriores es la originalidad de la etiqueta, que en las 2 anteriores no estaba nada cuidada. Es una cerveza potente, como ya os he dicho, color marrón oscuro con un ligero toque de caramelo y amarga al final, un producto muy interesante hecho en Navarra maridada con unos triangulitos de pollo y almendras muy ricos.

En quinto lugar, teníamos la WESTMALLE TRIPEL. esta cervecería son los inventores de los conceptos dubbel y tripel, que consiste en echarle el doble o el triple de malta con respecto a una extra para conseguir más alcohol.
 Es una cerveza de 9,5º afrutada y con cuerpo que al final, en garganta, te deja el sabor de ese alcohol que tiene de más. A la vista, es muy similar a la primera que probamo sen color y apariencia, la CHIMAY DORÉE, pero cuando entra en bocaa, la palabra Tripel toma todo su poder y sabor. A mí, personalmente, me encantó esta cerveza, que estuvo muy bien maridad con un suculento arroz con almejas.





Para cerrar la noche, teníamos una LA TRAPPE QUADRUPEL, pues eso, cuatro veces más de malta con 10º, color rojizo turbio, mucho cuerpo y alcohol como no podría ser de otra manera, aunque el alcohol no restaba sabor a la cerveza,que tiene toques de cítricos y una amargura no demasiado persistente final. Una espuma blanca abundante y duradera. Una interesante cerveza que estaba espectacularmente maridada con un gran tiramisú que hacía que los sabores de ambos se ensalzaran, todo un acierto, la verdad.

En resumen, una gran cata, como no podría ser de otra manera con l@s chic@s del Bodegón de Burlada, esperando a la siguiente ya.




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